“No puede ser obligado a reptar quien ha nacido con ansias de volar.”
domingo, 29 de abril de 2012
martes, 24 de abril de 2012
Autoestima
He aprendido esto: No es lo que uno hace lo que está
mal, pero en lo que uno se transforma como consecuencia de ello.
--Oscar Wilde
Hay formas incontables de tomar atajos en la vida, o de aferrarse a los placeres. Podríamos hacer trampa con los impuestos, justificar grandes comilonas o mentirle a nuestro ser amado sobre dónde y con quien hemos estado. Decimos, “¡No lastimaré a nadie!” “No lo hubiese hecho si no me lo habría sugerido él.” O, “Todo el mundo lo hace.” Pero si hemos de gustarnos y respetarnos, necesitamos vivir de acuerdo a las reglas en las que creemos. Que nos atrapen o no, no es el punto. No podemos sostener valores para luego justificarlos repetidamente.
--Oscar Wilde
Hay formas incontables de tomar atajos en la vida, o de aferrarse a los placeres. Podríamos hacer trampa con los impuestos, justificar grandes comilonas o mentirle a nuestro ser amado sobre dónde y con quien hemos estado. Decimos, “¡No lastimaré a nadie!” “No lo hubiese hecho si no me lo habría sugerido él.” O, “Todo el mundo lo hace.” Pero si hemos de gustarnos y respetarnos, necesitamos vivir de acuerdo a las reglas en las que creemos. Que nos atrapen o no, no es el punto. No podemos sostener valores para luego justificarlos repetidamente.
¿Qué nos causa chapucear sobre nuestros valores constantemente?
Socava nuestra autoestima y daña la fe que tenemos en nosotros mismos. No
esperamos ser perfectos, pero tenemos que ser responsables. Si somos honestos
con nosotros mismos, admitimos nuestros errores y restablecemos nuestra
autoestima.
Hoy, tendré cuidado de hacer elecciones que se
condigan con mis valores.
Del libro: Piedras
fundamentales, Anónimo
martes, 17 de abril de 2012
Perdidas
Cuando una puerta se cierra, la fortuna por lo general abrirá otra.
- Fernando de Rojas
A veces,
especialmente a principios de la recuperación, nos concentramos en nuestras
pérdidas en lugar de en nuestras ganancias. Vemos un capítulo en nuestra vida que
se cierra, y lloramos. Tenemos que dejar atrás a algunos amigos, o decir adiós
a la vida social que disfrutamos. Debemos abandonar la adicción activa, que se
había convertido en nuestro mejor amigo y único consuelo. Incluso podríamos
tener que dejar a nuestras familias, por lo menos por un tiempo, con el fin de
concentrarnos en nuestras propias necesidades.
Necesitamos
hacer un duelo por todas estas pérdidas. Luego, podemos ver más claramente lo
que la recuperación nos ha traído. Por cada pérdida, hemos obtenido dones. Por
cada amigo desaparecido, tenemos la oportunidad de hacer muchos más. Toda una
vida sobria nueva nos espera cuando estemos listos para ser parte de ella.
Cuando dejamos
las comodidades falsas de la adicción, encontramos consuelo genuino en el sueño
sano y en cuerpos saludables, en días tranquilos y noches serenas. Cuando estuvimos
dispuestos a renunciar a la ira y al resentimiento, encontramos la generosidad
y el perdón hacia los demás y hacia nosotros mismos. En la recuperación, es
cierto, una puerta se ha cerrado. Sin embargo, otra puerta, mejor se ha abierto
por fin.
Hoy ayúdame
a ser agradecido por mi nueva vida. Ayúdame con mis pérdidas para que pueda
apreciar todo lo que me espera.
viernes, 13 de abril de 2012
Enseñar
Cuando
cultivas el poder interior, comienza a acumularse en tu interior. Pero
hay algo extraño. No puedes retenerlo por siempre. Si tratas de hacerlo,
la energía espiritual te destruirá. Pero si la usas prudentemente –para
sanar a otros, para enseñar a otros, para confortar a otros- entonces
la energía se recargará más y más intensamente, como un pozo que se
rellena a sí mismo. Mientras más das, más recibes a cambio. Mientras más
desinteresado eres, mayores los propios beneficios.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)