Mi padre me
enseño que solo a través de la disciplina se puede lograr la libertad. Si
sirves agua en un vaso, podrás beber. Sin el vaso, no tendrías como contener el
agua. El vaso es la disciplina. --Ricardo Montalban
No es por accidente que las palabras “disciplina” y “discípulo” vengan de la misma raíz. Ser discípulo en cualquier área, requiere ser disciplinado. La vida funciona mejor cuando aprendemos a disciplinarnos a nosotros mismos.
No es por accidente que las palabras “disciplina” y “discípulo” vengan de la misma raíz. Ser discípulo en cualquier área, requiere ser disciplinado. La vida funciona mejor cuando aprendemos a disciplinarnos a nosotros mismos.
La disciplina libera más que confinarte. La disciplina
te permite funcionar con gracia y comodidad. Luego de años de practicar sus
golpes, un jugador de tenis puede golpear la pelota sin tener que pensar en
ello. Lo que alguna vez requirió un esfuerzo conciente es ahora de segunda
importancia.
Desafortunadamente,
muchos de nosotros fuimos disciplinados a la fuerza de niños. Naturalmente, nos
rebelábamos contra una estructura impuesta desde afuera. No se nos mostró que
la verdadera disciplina viene de adentro, y que la motivación para dicha
urgencia es el amor. Cuando hacemos lo que amamos, cuando estamos tras de algo
que tiene significado, la disciplina viene naturalmente. Como explicó un atleta
olímpico, “No me importa trabajar todos los días, porque amo lo que estoy
haciendo, mi entrenamiento no es una carga sino una alegría.”
La disciplina
es tu pasaje a la libertad y el pasaje hacia la excelencia.
Elige ser disciplinado en todas tus tareas y
conviértete en el tu propio amo.
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